La eliminación de la ayuda a la superficie de frutos secos supondría una pérdida para los productores de la Comunitat Valenciana de alrededor de 600.000 euros

LA UNIO - 22 Jan, 2018

El cultivo está situado en zonas de secano con escasas alternativas, por lo que LA UNIÓ indica que su eliminación significará aparte del quebranto económico, un mayor abandono de parcelas, menor calidad paisajística, más riesgo de incendios y proliferación descontrolada de fauna perjudicial

El anuncio efectuado por el Ministerio de Agricultura de retirar la ayuda a la superficie de los frutos secos (almendra y algarroba) supondría un duro golpe para los productores de la Comunitat Valenciana ya que dejarían de percibir una cantidad anual de unos 600.000 euros, según denuncia LA UNIÓ de Llauradors.

La ayudas están pensadas para el mantenimiento y mejora de las explotaciones de frutos secos ubicadas mayoritariamente en secano con poca pluviometría y con rendimientos bajos y que en la mayoría de casos se trataba de la única alternativa de cultivo en las zonas productoras, por lo que su eliminación significaría aparte del quebranto económico un incremento del abandono de parcelas y por tanto menor calidad paisajística, más riesgo de incendios y una proliferación descontrolada de fauna perjudicial. A lo anterior se suma en algunas comarcas de Alicante la presencia de la Xylella fastidiosa. Desde LA UNIÓ, se vuelve a insistir en la necesidad del Gobierno para volver a financiarlas junto a las comunidades autónomas, priorizando en las explotaciones profesionales y en las parcelas de secano. LA UNIÓ considera que es el momento de afrontar una reconversión del sector, con dotaciones presupuestarias adecuadas a la realidad, tal y como viene reflejado en los programas electorales de todos los partidos políticos y que no se vuelvan a burlar de un sector que es clave para evitar el abandono de las zonas rurales más desfavorecidas.

La ayuda se inició en la campaña 2004-2005 y ha favorecido en este tiempo el mantenimiento de superficies, básicamente de secano y de almendro y algarrobo. El desmantelamiento paulatino de la misma, año tras año, ha provocado ya graves dificultades en muchas explotaciones que evidentemente se van a agravar ahora con la la desaparición.

En las primeras campañas la ayuda se financiaba con una aportación estatal y una parte autonómica fijándose en un importe máximo de 276,23 €/ha, de la que una parte importante era para los socios de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH). Los presupuestos fueron poco a poco disminuyendo y en el presupuesto de la campaña 2011-12 desaparece la ayuda a las OPFH, hasta que en 2012-2013, al desacoplarse las ayudas, desaparece la aportación comunitaria (pasa a derechos), lo que significó que la ayuda se redujese más del 75%, pasando de 238,60 €/ha (campaña 2011-2012) a tan sólo 65,53 €/ha en la 2012-2013.

La desaparición de la aportación comunitaria, la reducción de la partida presupuestaria estatal (la crisis económica y la reducción de presupuestos era la excusa) y la desaparición de la aportación autonómica (también por reducción presupuestaria) llevaron a esta ayuda, a un importe cercano a los 9 €/ha en 2016-2017, lo que ya supuso una pérdida de más del 80% y que al final el Gobierno haya planteado unilateralmente, sin haberlo consultado, la eliminación definitiva de las ayudas al mantenimiento y mejora de la superficie de frutos secos.

El Ministerio planteó en 2014 financiar el Plan de Reconversión estatal a través de la dotación presupuestaria de las ayudas a la superficie. En su momento LA UNIÓ se opuso radicalmente a esta propuesta en primer lugar porque no aceptaba que la esperada y solicitada reconversión del sector de frutos secos se financiara con cargo a una partida presupuestaria que ya se adjudicaba al sector y que por tanto fuese él quien aportara el dinero y en segundo lugar porque consideraba que el presupuesto de apenas 8 millones de euros únicamente servía para reestructurar una pequeña parte del sector. Con el anuncio ahora del Ministerio, el sector se queda definitivamente sin ayuda y sin reestructuración, lo que vuelve a suponer un varapalo importante para los productores valencianos que dejarían de percibir casi 600.000 euros en ayudas directas.

En la Comunitat Valenciana existen más de 64.000 ha -aproximadamente el 15% de la superficie estatal- con derecho a percibir la ayuda a la superficie de frutos secos, la mayoría en secano -90,1%-, distribuidas en 56.000 ha de almendros, 6.500 de algarrobos, 553 de nogal, 540 de avellanas y 133 de pistachos.