LA UE ESTUDIA NO RENOVAR LA LICENCIA DEL PESTICIDA MÁS USADO

La Comisión Europea analiza en estos momentos si renueva o no la autorización de uso de un insecticida de uso agrícola cuyo principio activo es el clorpirifós y que ciertos estudios afirman que tiene efectos nocivos para la salud humana. El clorpirifós es uno de los productos más utilizados en agricultura en España y en Europa, a pesar de que se considera que los residuos que pueden encontrarse en diversos productos (frutas, verduras, cereales, lácteos e incluso el agua), son tóxicos y pueden producir alteraciones del sistema hormonal y afectar al desarrollo del cerebro infantil. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, que se encuentra en la ciudad italiana de Parma) ha de decidir si es conveniente renovar la autorización para que la Comisión Europea pueda hacer una propuesta para que los Estados miembros decidan. España es uno de los países europeos donde más se utiliza este producto. 

Fecha: 24-Jun-2019

Fuente: AECOC

Polémica 
El clorpirifós es una sustancia muy polémica también en Estados Unidos, donde está prohibida para uso doméstico, pero autorizada en la agricultura intensiva. Algunos estados tan significativos como California han optado por una prohibición total. Los que defienden su uso aseguran que una administración responsable del insecticida no debería plantear problemas de salud. Sin embargo, los detractores insisten en que incluso una dosis mínima no es inocua. 

La Comisión Europea no se ha pronunciado todavía sobre este asunto. La autorización que permite utilizar el clorpirifós caduca el 31 de enero de 2020 y antes, la Comisión debe hacer una propuesta a los Gobiernos de la UE para que decidan si quieren renovarla o no. Según fuentes europeas, «es probable que la Comisión no proponga la renovación de esta sustancia», sobre todo «debido a las preocupaciones sanitarias». 

El clorpirifós se une así a la lista de productos de uso agrícola que se encuentran bajo un intenso debate, y cuyo mayor representante es el glifosato, un herbicida que fue descubierto y comercializado por Monsanto en 1974. Tras una gran polémica, en 2017 los estados miembros de la Unión Europea decidieron renovar por cinco años la licencia del glifosato. La Comisión Europea justificó la decisión por el visto bueno de las agencias científicas EFSA y ECHA (para sustancias químicas), que dicen que, cuando se utiliza según las indicaciones de la etiqueta, el herbicida no supone un riesgo para la salud humana.